
Valentina Zenere (se pronuncia Zeeeenere, con la tónica en la primera sílaba) tiene un apellido que muy posiblemente venga de Italia, pero ella es argentina de pura cepa: ni los cuatro años que estuvo viviendo en España le quitaron el acento porteño y el lunfardo. Ha trabajado tanto a un lado del océano Atlántico como en el otro, se ha alojado en resorts de cinco estrellas y ha vuelto a casa a lavar los platos, también ha sido chica Disney y adolescente problemática de Netflix (en Élite). Pero, sin duda, lo que más caracteriza a Valentina Zenere (Buenos Aires, 28 años) es que hace las cosas: las hace con ganas, las hace con miedo, las hace temblando, las hace con cabeza, las hace por impulso… Pero hacerlas, las hace: “Hay gente que me dice: vos salís a un casting y salís con todas. Pero yo en realidad por dentro me estoy muriendo, y si hago esto es porque quiero estar en este lugar”. Por eso no me extraña cuando asegura —momentos después, cuando la conversación ya no gira en torno a ella siquiera— que los argentinos resuelven, que está en su ADN. Hija de su generación y responsable consigo misma, sabe que cuando los comentarios le duelen no es por el odio, sino por el trabajo personal pendiente de hacer para con ella.
Estilismo
Juan Cebrián
Maquillaje y peluquería
Bosco Montesinos
Manicura
Lucero Hurtado
Producción
Cristina Serrano
Asistentes de fotografía
Sandra Seaton y Ayub El Kadmiri
Asistente de estilismo
Carmen Cruz
Asistente de producción
Marina Marco
Nuestra fuente:EL PAÍS Edición México: el periódico global en EL PAÍS Publicado para México