
La reforma electoral anunciada por Claudia Sheinbaum amenaza con convertirse en una batalla legislativa de resultados inciertos. Y los obstáculos, como ocurrió con otras iniciativas enviadas al Congreso por la presidenta, no vendrán solo de la oposición, sino también de sus aliados, el Partido Verde y el del Trabajo (PT), que no están muy conformes con la eliminación de los cargos plurinominales ni con la reducción del financiamiento a los partidos políticos. Un tercer eje de la propuesta, rebajar el presupuesto del organismo electoral (INE), también se adivina tormentoso.
Nuestra fuente:EL PAÍS Edición México: el periódico global en EL PAÍS Publicado para México