
Terri Suess está al volante intentando desesperadamente encontrar una furgoneta llena de migrantes que minutos antes partió de Delaney Hall. Conduce los 10 minutos que separan el centro de detención ubicado en Newark del aeropuerto internacional de Nueva Jersey, convencida de que la van tiene como destino una zona en el norte del aeródromo. Asegura que días antes persiguió otra furgoneta hasta allí y vio como subían a un grupo de migrantes a un avión. Pero este martes, no logra seguirles la pista: llega y no encuentra rastro del vehículo ni de los hombres que iban a bordo. “Mierda”, murmura. Frustrada y de vuelta a Delaney Hall, se suma al grupo de manifestantes que pasarán el día protestando por las detenciones de migrantes en este centro, como han hecho durante el último mes.
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