
Alejandro Webelman conoció esta cantina siendo un niño: “conozco muy bien la historia porque cuando mis padres se casaron, vivimos 12 años aquí arriba”. Su familia se mudó a un departamento en el edificio ubicado en la esquina entre la calle 13 de septiembre y Circuito Interior, en la colonia San Miguel Chapultepec. Desde la ventana, Alejandro veía entrar a los hombres y, después de unas horas, veía salir a algunos tambaleándose. Nunca imaginó que el Bar del Bosque sería suyo, mucho menos que sería el negocio de su vida: “Tuve muchos, pero ha sido el que más ha durado”, dice ahora con 79 años de edad, mientras saborea un caldo de camarón.
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