
El cabello está expuesto a agresiones externas que lo “castigan” constantemente. Uno de los principales enemigos capilares es el metal presente en el agua, el cual se acumula en la fibra capilar y provoca la pérdida del color, suavidad y resistencia. Durante el verano, el daño se intensifica por los rayos del sol, el cloro y otros factores que dejan un pelo quebradizo, apagado y debilitado.
Nuestra fuente:Feed MRSS-S Noticias Publicado para Latino America