
Antes había miles de lagartijas de las Pitiusas (Ibiza, Formentera y sus islotes), una especie única en el mundo y seña de identidad del privilegiado entorno. Ahora, hay miles de culebras de herradura (Hemorrhois hippocrepis) que se están comiendo a las lagartijas, sobre todo en Ibiza, donde la invasión alcanza casi el 90% del territorio y solo quedan ejemplares en un 30% de la isla. Tampoco los islotes están a salvo, pues los ofidios han colonizado varios de ellos a nado. Los científicos calculan que en dos años habrán ocupado todo el territorio ibicenco.
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