
Fue una final histórica: 5 horas y 29 minutos de intercambios largos e igualados. Nunca antes había costado tanto tiempo ganar Roland Garros. Carlos Alcaraz logró imponerse a Jannik Sinner en cinco sets para conseguir su segundo título en París y entrar en el selecto grupo de tenistas que se han coronado más de una vez en la tierra batida parisina.
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