
Un pilar de la política exterior alemana desde la posguerra, y de su identidad como democracia liberal, se tambalea: el apoyo incondicional a Israel. El recrudecimiento de la guerra en Gaza han llevado al nuevo canciller, el democristiano Friedrich Merz, a marcar distancias con la política del Estado fundado para evitar que nunca más se repitiese el asesinato de millones de judíos perpetrado por la Alemania nazi.
Nuestra fuente:Internacional en EL PAÍS