
La movilidad activa, a pie y en bicicleta, tiene efectos muy positivos sobre la salud de cada persona, ya que supone un ejercicio diario. Pero la planificación urbana no siempre tiene en cuenta este aspecto, pues muchas ciudades privilegian más moverse en coche —con grandes autopistas urbanas, aceras estrechas y sin espacio ciclista— que hacerlo de modo sostenible. Un completo estudio publicado este lunes en la revista científica PNAS analiza los trayectos en más de 11.500 urbes de todo el mundo y da más argumentos para humanizar los entornos urbanos: construir carriles bici siguiendo el modelo de Copenhague podría reducir las emisiones cerca de un 6% y ahorraría hasta 435.000 millones al año en salud.
Nuestra fuente:EL PAÍS América Colombia: el periódico global… en EL PAÍS Publicado para Colombia