
Una mañana, Itzel Ramos iba camino a su casa cuando vio algo que la alarmó: en la entrada del Parque Ecológico Xochitla se había colocado una valla de tres metros de alto similar a las que hay en parques industriales de la zona. Cuando llegó a casa, sus padres le dijeron algo que le volcó el corazón: “¿Te diste cuenta de que ya empezaron a desmantelar Xochitla?”.
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