
En cada planta de la sede socialista de la calle Ferraz, al salir del ascensor, hay colocada una gran foto de las campañas electorales. En la planta baja había una de la celebración de las elecciones de julio de 2023 con Pedro Sánchez, Begoña Gómez, Cristina Narbona, María Jesús Montero y Santos Cerdán que han descolgado durante el fin de semana, pero la huella del ya exsecretario de Organización, exdiputado y exmilitante es imborrable en el PSOE. Hasta el jueves, los socialistas daban por hecho que Sánchez hablaba por boca de Cerdán. El presidente del Gobierno, recompuesto tras el fin de semana, habló este lunes en pasado de su hombre en el partido, pero hasta hace cinco días nadie dudaba de que Cerdán era la otra cara de Sánchez; un líder controlador, que ha ido reduciendo al mínimo su círculo de confianza y un partido a su medida que se lo juega casi todo a la misma carta. De hecho, hay cinco ministros designados candidatos para las autonómicas de 2027.
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