
Después de que el encuentro entre México y Estados Unidos en el G-7 saltó por los aires tras el inesperado abandono de Donald Trump de la cumbre, el Gobierno mexicano ha vuelto a la carga en su batalla para obtener el ansiado trato preferencial arancelario por parte de la Casa Blanca. El que sería el primer cara a cara entre el republicano y la presidenta Claudia Sheinbaum se frustró, pero en su lugar tuvo lugar una llamada de 20 minutos. En el enlace telefónico, los mandatarios acordaron trabajar en un convenio general sobre seguridad, migración y comercio. En esta última trinchera, el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, informó que el documento propuesto por Sheinbaum a Trump dará certidumbre sobre las tarifas arancelarias, de aquí a que comience la revisión del TMEC, en julio de 2026. “México ya hizo el esfuerzo que le correspondía en migración, ya ha avanzado muchísimo a juzgar por el fentanilo asegurado, entonces, México ha cumplido y aparte el tema es que tengamos certidumbre de aquí a que se hace la revisión del TMEC respecto a tarifas y los temas comerciales”, indicó este miércoles.
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