
Con menos de la mitad de recursos y personal reducido, el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) ha jugado su última carta como regulador de competencia económica en el mercado de la telefonía. Este miércoles, el pleno del organismo ha multado a Telcel, propiedad del multimillonario mexicano Carlos Slim, así como a varias tiendas de conveniencia por cometer prácticas monopólicas relativas a la venta de tarjetas SIM.
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