El cielo de Madrid está de oferta. Después de cinco años compitiendo por quién se atrevía a servir el gin-tonic más caro con vistas a la Gran Vía, las terrazas parecen haberse dado cuenta de que, por muy espectaculares que sean sus panorámicas, los clientes también miran la cuenta. El resultado: por primera vez desde hace seis años el precio del gin-tonic en las alturas sale un poco más barato. Porque, incluso en el cielo, las leyes de la oferta y la demanda se cumplen. “No se trata de subir precios sin parar. Ya 14 euros con entrada es bastante exclusivo”, apunta Francisco García de Oro, director general del VP Plaza España Design.
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