
El Ayuntamiento de Barcelona ha denunciado a la Fiscalía y ha apartado de su empleo a una trabajadora de los servicios sociales municipales que habría desviado hasta 400.000 euros de ayudas a cuentas corrientes que no eran las de sus beneficiarios. La empleada trabaja en el centro de servicios sociales de los barrios de Porta, Vilapicina y Torre Llobeta, en Nou Barris, uno de los distritos con más población vulnerable. El consistorio barcelonés señala que se trata de “un caso aislado” y recuerda que el Instituto Municipal de Servicios Sociales (IMSS) tiene una plantilla de 1.500 personas y que “la persona habría actuado sola”. Fuentes del colectivo cuestionan cómo es posible que no hayan saltado alarmas ante un hecho así.
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