
“Me sabe fatal tener que cerrarlo. El restaurante MasterChef ha sido un caso de éxito, tanto en ocupación como en satisfacción. En siete años hemos atendido a 500.000 personas, la mitad de ellas procedentes de fuera de Madrid”. Quien habla al otro lado del teléfono es Roberto Franci (Florencia, 66 años), propietario de la licencia del restaurante MasterChef. “El motivo del cierre es mi jubilación. Me retiro”. Siempre en la trastienda, “en el anonimato”, el próximo 31 de julio ofrecerá el último servicio en el local de la calle Velázquez, 150, en Madrid.
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