
Vox quiere recortar el delito de odio, previsto en el Código Penal para proteger a minorías como judíos, gitanos, discapacitados o miembros de la comunidad LGTBIQ+, y dejarlo reducido estrictamente a “la inducción o apología de conductas propiamente dirigidas a la comisión de actos criminales”. De salir adelante, esta reforma despenalizaría, por ejemplo, el racismo, el antisemitismo, la homofobia, la islamofobia y en general cualquier formar de instigar a la hostilidad, discriminación o violencia contra una persona o colectivo por razón de su etnia, ideología, religión, orientación o identidad sexual. También despenalizaría la negación del Holocausto o la apología del nazismo, incorporados al Código Penal por los compromisos asumidos por España con la comunidad judía. La propuesta de Vox incluye también blindar el anonimato en las redes sociales, lo que dificultaría identificar a quienes acosan a personas o propagan el odio contra colectivos.
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