
Algo se ha roto con Pedro Sánchez. Cuesta pensar hoy que el daño moral provocado por la presunta trama Koldo-Ábalos-Cerdán pueda revertirse como si nada. El Gobierno ha perdido el control de la agenda, tal que parte de la ciudadanía vive ya pendiente de si habrá más filtraciones que se lo lleven por delante. Plantear al votante progresista el dilema entre “presunta corrupción o ultraderecha” no podría ser más lesivo en estos momentos.
Nuestra fuente:EL PAÍS Edición Argentina: el periódico global en EL PAÍS Publicado para Argentina