El cardiólogo internista Óscar Ortega, del Centro Médico Elohim, expresó el miércoles 4 de junio su preocupación y rechazo por la difusión no autorizada de imágenes del comunicador Ángel Ramón de Jesús Martínez Jiménez, conocido como Ángel Martínez “el detective”, mientras recibía atención médica en su consultorio.
Las fotografías, que comenzaron a circular en redes sociales el mismo miércoles, muestran al comunicador mientras era sometido a un electrocardiograma.
Fueron publicadas en una cuenta de Instagram atribuida a Martínez, acompañadas de mensajes que advertían sobre una presunta crisis de salud del comunicador. Una de las publicaciones afirmaba: “Detective Ángel Martínez en estado crítico. El cardiólogo alarmado con el estado de salud del comunicador”.
Ante esta situación, el doctor Ortega dirigió una carta formal a la dirección del centro médico en la que dejó constancia de que dichas imágenes fueron capturadas sin su conocimiento ni consentimiento, y rechazó categóricamente haber autorizado su publicación.
Consulta rutinaria
Aclaró que el señor Martínez acudió a una consulta médica rutinaria en calidad de paciente ambulatorio, acompañado de varias personas y que en ningún momento fue informado sobre la toma de fotografías o videos durante la evaluación médica.
"De hecho, no fue hasta la aparición pública de dichas imágenes que tuve conocimiento de lo sucedido, y he podido confirmar que mi rostro y el espacio físico de mi consultorio son claramente identificables en las publicaciones", dice el comunicado del doctor.
Ortega manifestó su preocupación por las repercusiones que esta acción podría tener tanto en su imagen profesional como en la reputación de la institución médica.
En ese sentido, solicitó que el centro deje constancia escrita de que él no participó ni avaló la difusión del contenido, y recomendó implementar medidas internas para reforzar la privacidad de los pacientes y del personal médico.
Asimismo, el especialista sugirió valorar la emisión de un comunicado institucional aclaratorio, con el fin de evitar malentendidos y proteger los principios éticos de la práctica médica.
“Lamentablemente, esta situación ha generado interpretaciones especulativas en la opinión pública y ha sido manejada sin respeto al entorno médico y a la ética profesional que nos rige”, subrayó Ortega.
Hasta el momento, no se ha emitido un parte médico oficial sobre la salud de Ángel Martínez, más allá de las declaraciones publicadas en su cuenta de Instagram.
Demandas por difamación
Paralelamente a la denuncia que hace el doctor, Ángel Martínez enfrenta múltiples procesos legales por difamación. Entre ellos, destaca una querella penal presentada por la ministra de Interior y Policía, Faride Raful , quien lo acusa de difamación agravada y de ejecutar una campaña sistemática de descrédito en su contra a través de plataformas digitales.
La acción judicial incluye constitución en actor civil y se tramita actualmente en los tribunales competentes.
Además, la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA) desmintió categóricamente que Martínez haya trabajado alguna vez para esa institución o para cualquier otra agencia del Departamento de Justicia estadounidense, como el FBI o la ATF.
El desmentido, confirmado por el vocero regional de la DEA, Tony Velásquez, desacredita uno de los pilares del personaje mediático que Martínez ha construido durante años: su supuesta condición de “exagente federal” y “analista de inteligencia”.
