
Más de 15 líneas de texto ocupan el espacio para escribir un mensaje en WhatsApp, listas para ser enviadas. Jaime, un hombre de 25 años, lo ha escrito con avidez, dejando fluir sin control sus pensamientos. Lo que desarrolla en ese párrafo le provocará un terremoto emocional. Hace años, su impulsividad le hubiera lanzado a mandarlo, y luego esperar al tsunami de consecuencias. Sin embargo, cuenta, que ya no es así: “Antes era impulsivo a la hora de mandar mensajes, pero ahora lo pienso bastante más, sobre todo temas importantes. Hoy, con la mensajería instantánea, se queda todo marcado… cuando eres impulsivo al escribir, y luego te das cuenta de lo que has escrito, piensas: ‘¡Qué burrada!”, comenta.
Nuestra fuente:EL PAÍS América Colombia: el periódico global… en EL PAÍS Publicado para Colombia