
El cadáver de un policía nacional jubilado de 74 años permaneció oculto durante dos meses en una habitación cerrada de su vivienda, situada en la zona norte de Alicante. Lo escondió una pareja joven, de 28 y 33 años, a quienes había acogido en su casa, junto a su hijo, un bebé de apenas meses de edad, y un sobrino. Durante ese tiempo, la pareja accedió presuntamente a las cuentas bancarias del fallecido, de cuya muerte no alertaron a nadie, para poder cobrar su pensión. La familia del agente retirado, al ver que no contestaba sus llamadas telefónicas, alertó a la Policía Nacional, que, descubrió los restos mortales, en los que, pese a su estado de descomposición, no se han hallado evidencias de muerte violenta, indican a EL PAÍS fuentes conocedoras del caso. La investigación concluyó con la detención de los dos jóvenes, acusados de un delito contra la integridad moral y otro de apropiación indebida. Esta mañana han pasado a disposición del juzgado de instrucción número 2 de Alicante, que los ha dejado en libertad con medidas cautelares. La pareja deberá comparecer ante el juzgado de forma periódica.
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