
Sereno, con un chaleco antibalas y sin decir una sola palabra a los medios de comunicación. Así fue detenido Antonio Espaillat la noche del jueves en Santo Domingo. Él y su hermana Maribel Espaillat, dueños de la discoteca Jet Set, donde un derrumbe del tejado el pasado 8 de abril provocó la muerte de 236 personas y dejó heridas a 180, son acusados por el Ministerio Público de homicidio involuntario, un cargo que conlleva una pena de tres meses a dos años de cárcel. Desde las 21.58, ambos ingresaron en la cárcel de Ciudad Nueva hasta que el viernes se celebre una audiencia para determinar si enfrentarán el juicio en libertad. En la madrugada, Maribel fue trasladada a un centro médico por “complicaciones de salud” tras el interrogatorio.
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