La ensalada de pasta se ha ganado muy mala fama, y con razón. En su versión “táper hecho a todo correr que me llevo al trabajo”, suele ser la máxima expresión de la comida deprimente, con la inevitable mezcla de espirales, atún y maíz de lata y alguna aceituna despistada. En la más americana, los aliños cremosos la convierten en algo denso y pesado, capaz de empapuzar al más tragaldabas.
Nuestra fuente:Feed MRSS-S Noticias Publicado para Latino America