
Hace apenas unos días que empezaron a ser retirados los escombros del que fue hogar de Aya y su familia durante una década. “Aquí entré vestida de novia, me gradué y di a luz a mis dos hijos. Ver la excavadora ahora es como si estuvieran destruyendo mi casa de nuevo, esta vez delante de mis ojos”, sostiene esta mujer, que prefiere no dar su apellido, en el salón de un piso que alquila en la ciudad de Tiro, en el sur de Líbano. Sobre una mesa apila los objetos desconchados que pudo recuperar entre el hormigón de las paredes rotas: una ecografía, fotos, notas en las que escribía recordatorios y algunos muñecos. “Hemos comprado otros, pero los niños siguen queriendo jugar con los de antes”, sonríe.
Nuestra fuente:Feed MRSS-S Noticias Publicado para Latino America