
Jovita salió de su casa huyendo de un hombre que la perseguía con un machete, en el municipio de Comonfort, Guanajuato (82.000 habitantes). Ella y uno de sus hermanos llamaron antes al 911 dos veces, y nadie respondió. Luego, ambos salieron para buscar ayuda. La mujer corrió unos 350 metros tocando puertas, desesperada, hasta que llegó a la plaza principal, después de pedir auxilio por el camino en una comandancia, en la que tampoco le abrieron la puerta ni le ofrecieron refugio. En el centro de Comonfort, un pequeño municipio ubicado a 100 kilómetros de la capital del Estado, Jovita se resguardó en una farmacia, en donde finalmente su agresor la asesinó con una pedrada en la cabeza.
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