
En 1931 la ciudad de Leavenworth, en Kansas, recibió a uno de los presos más célebres de la época: Al Capone. El gánster George Machine Gun (metralleta) Kelly y James Earl Ray, quien asesinó a Martin Luther King Jr, fueron otros reclusos famosos que pasaron por sus cárceles. Ahora, la ciudad mantiene un pleito sobre el Midwest Regional Reception Center (MRRC), que se prepara para acoger otro tipo de presos: los migrantes detenidos por el ICE (Servicio de Inmigración y Control de Aduanas). MRRC es una de las penitenciarías privadas que, a pesar de arrastrar un pasado marcado por las denuncias sobre las condiciones en que mantenía a los presos, reabre sus puertas para cubrir las necesidades de la campaña antiinmigración de Donald Trump. El ICE ha citado una “urgencia apremiante” para conseguir miles de camas y hacer frente a las detenciones masivas que exige el Gobierno del republicano y su anhelada mayor deportación de la historia de Estados Unidos. La Administración cuenta con 41.000 camas para detener migrantes y quiere llegar al menos a 100.000, tal vez 150.000.
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