
Un mes lleva ya el juicio de Sean Combs —el cantante también conocido como Puff Daddy o Diddy— convertido en el centro de atención mediática y de la conversación en Estados Unidos. El rapero y empresario enfrenta decenas de años de cárcel por cinco cargos de tráfico sexual, asociación ilícita y transporte para ejercer la prostitución. Tras la ardua selección del jurado, que duró una semana, ya van otras cuatro de juicio como tal, con declaraciones de alto impacto por parte de personas que han conocido a Combs durante años, desde trabajadores a parejas sentimentales. Uno de los testimonios claves, y más duros, fue el de Casandra Ventura, artista conocida como Cassie, que, embarazada de casi nueve meses, explicó en el estrado y durante días las palizas, vejaciones y malos tratos a los que Combs la sometió durante años.
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