
Miden menos de 20 centímetros, tienen unos grandes ojos ovalados, unas orejas alargadas y un cuerpo suave recubierto de pelo. Si no fuera por su siniestra sonrisa de dientes afilados, los Labubu serían la viva imagen de la ternura. Y quizá para buena parte de sus millones de fans lo sean, lo que podría explicar cómo estos pequeños monstruos se han convertido en un fenómeno global de beneficios millonarios. Pero, ¿de dónde vienen?
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