
La guerra entre facciones del Cartel de Sinaloa ha pinchado la burbuja inmobiliaria en la capital de ese Estado, Culiacán, donde, hasta no hace muchos meses, el coste de la vivienda estaba disparado. Para agosto de 2024, el precio de una casa variaba entre dos y 20 millones de pesos, alrededor de un millón de dólares, pese a que los salarios en la región están entre los más bajos de todo México. Iniciada en septiembre, la guerra, que enfrenta principalmente a los hijos de Joaquín El Chapo Guzmán con los de Ismael El Mayo Zambada, ha cambiado el panorama. Sobre todo porque ellos mismos, los narcos, ya no están comprando casas.
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