
El no rotundo de España a aceptar el objetivo de gasto en defensa del 5% del PIB ha caído en la OTAN como una bomba. La respuesta del Gobierno de Pedro Sánchez a la propuesta enviada esta semana por el secretario general de la Alianza, Mark Rutte, donde el holandés especifica el nuevo objetivo que quiere sea aprobado en la cumbre de La Haya de la semana que viene, ha llegado cuando las delegaciones de los 32 Estados miembros creían estar al término de una negociación intensa pero “constructiva”, decían, para alcanzar un consenso que la respuesta española pone ahora en peligro.
Nuestra fuente:Internacional en EL PAÍS