
El Banco Central Europeo (BCE) acordó ayer rebajar los tipos de interés un cuarto de punto y situar la referencia en el 2%. Es el nivel más bajo desde diciembre de 2022 y la octava rebaja aprobada en el último año. Con ella la autoridad monetaria europea empieza a señalar la salida de la senda de rebajas del precio del dinero. Es más que probable que el banco se tome un respiro en la reunión de julio antes de decidir su próximo movimiento, y es igualmente previsible una nueva reducción en septiembre. El mensaje clave de la reunión es que el Eurobanco está “en buena posición” para navegar la incertidumbre, aunque el equipo de Christine Lagarde tiene un ojo en las previsiones macroeconómicas de Europa y el otro en los destrozos que puede causar la guerra comercial de Trump. De momento, la decisión de ayer permitirá abaratar un poco más las hipotecas y reducir el coste del crédito para las empresas.
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