
“El informe de la UCO no se corresponde con la persona que es mi amigo”. ”He pasado de la incredulidad a la decepción, la indignación y el cabreo”. “Estoy roto y desolado, me dejo la vida en el partido para esto. Me da vergüenza salir a la calle”. “No se me va de la cabeza la imagen de Santos [Cerdán] el jueves en el Congreso, haciendo gestos a diputados del PP para ver si se atrevían a llamarle corrupto a la cara en la calle. ¡Joder, que yo le defendí allí hasta el mismo miércoles!”. Los testimonios, de la presidenta navarra María Chivite, el secretario general del PSOE en Castilla y León, Carlos Martínez —en teoría, el primer dirigente socialista que medirá a primeros de 2026 la respuesta ciudadana en las urnas al escándalo de corrupción, si es que no hay elecciones generales antes— y de dos diputados nacionales reflejan la conmoción de tantísimos cuadros que confiaron, incluidos Pedro Sánchez y toda la cúpula del PSOE, en la palabra del ex número tres del partido cuando negaba cualquier vinculación con el presunto triángulo corrompido que completaban José Luis Ábalos y Koldo García.
Nuestra fuente:EL PAÍS Edición Argentina: el periódico global en EL PAÍS Publicado para Argentina