
Hay una pantalla, una obra cinematográfica alrededor de las protestas de Los Ángeles. El Gobierno federal de Estados Unidos busca proyectar la narrativa de unas manifestaciones fuera de control, con banderas de México ondeando entre llamas, y autoridades demócratas solapando una insurgencia. La película busca incluso retratar a la presidenta Sheinbaum como alentadora de la violencia. Este teatro no sólo es falso sino que deliberadamente busca engañar para justificar el ejercicio desproporcionado y unidireccional del poder.
Nuestra fuente:EL PAÍS Edición México: el periódico global en EL PAÍS Publicado para México