“Los percebes deben ser como el pulgar del carpintero”, describía el escritor, gastrónomo y periodista Álvaro Cunqueiro en 1973. “Llenos como si no les hicieran la ropa para los estirones de este invierno; escupiendo al abrirlos, por lo apretados que están, un jugo rojizo que es una pérdida, y que está mejor en la boca que en la camisa. Esos percebes justifican una larga espera; una golosa esperanza”. La cita del libro (o más bien biblia, por ser dogma de fe) A cociña galega (Editorial Galaxia) —resumida casi siempre en cuatro palabras, “el pulgar del carpintero”— está medio siglo después en boca de todo gurú que se precie en este crustáceo cirrípedo, bautizado por la ciencia con el redundante nombre de Pollicipes pollicipes.
Nuestra fuente:Feed MRSS-S Noticias Publicado para Latino America