
Miguel González es un consumidor peculiar: apenas compra y cuando lo hace adquiere cosas ya usadas. A este gallego de 29 años no le convence nada el consumismo que ve en todos lados, le preocupa de verdad la sostenibilidad del planeta. Cree que los gobiernos deberían prohibir la publicidad. Dice que por ahí es por donde las empresas se meten en nuestras cabezas y dan forma a nuestros deseos, y con estos, a nuestras compras. Por eso comparte un truco que a él le ayudó a poner coto a su impulsividad. “Anoto en una lista eso que tengo el pronto de comprar y, una semana más tarde, la repaso”. Tiene dos cosas en su lista de contención: unas ruedas de carbono para competir con su bicicleta y una mochila de hidratación para beber mientras practica su gran afición. “Lo primero por ahora me parece un lujo prescindible. Y tengo una bolsa para el agua de la que llevo tirando 15 años, no me decido a buscar otra”. Cuando lo haga, se hará con una de segunda mano que adquirirá a través de la aplicación española Wallapop, o en la belga 2ememain, pues vive y trabaja en Bruselas. Sus amigos lo consideran un poco friki.
Nuestra fuente:Feed MRSS-S Noticias Publicado para Latino America