
Siempre que el Gobierno está a punto de perder jirones de su antiguo brillo, llega Isabel Díaz Ayuso y le echa una mano para que los recupere. Este viernes fue en la Conferencia de Presidentes, cuando la madrileña dio la nota al abandonar la sala mientras sus homólogos Imanol Pradales y Salvador Illa hablaban en euskera y catalán, pero no cuando su correligionario gallego, Alfonso Rueda, lo hizo en su idioma. Y es que hay lenguas cooficiales que parecen merecer su oído y otras no.
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