
La Administración de Donald Trump, presidente de Estados Unidos, dirigirá ahora su aparato de persecución criminal a las redes de funcionarios extranjeros corruptos que colaboran con los carteles de la droga. También se centrará en el desmantelamiento de las redes de compañías fachada que utiliza el narco para el blanqueo de recursos ilícitos. Se trata del siguiente paso en la estrategia endurecida de Trump contra las agrupaciones del crimen organizado, luego de haber designado a ocho carteles —seis de ellos mexicanos— como organizaciones terroristas. Esta nueva política contra los delitos de cuello blanco, si bien no está dirigida específicamente a México, implica que en el futuro Washington no solo persiga a los capos de la droga, sino que comience a reclamar a su vecino del sur, o de cualquier país, una actuación más contundente contra funcionarios públicos corruptos.
Nuestra fuente:EL PAÍS América Colombia: el periódico global… en EL PAÍS Publicado para Colombia