
Hace 59 años, China entró en una de sus etapas más oscuras. En la entonces Unión Soviética, la muerte de Stalin había permitido la llegada al poder de Nikita Jruschov y la puesta en marcha de una serie de reformas que, en opinión de Mao Zedong, llevaban a la superpotencia al camino capitalista. Mao no quería permitirlo de ninguna manera. Y desencadenó, desde arriba, una revolución de las masas contra sus líderes que causó al menos entre medio millón y dos millones de muertes, destruyó la economía y dinamitó las instituciones, mientras alentaba un culto a la personalidad del Gran Timonel.
Nuestra fuente:EL PAÍS América Colombia: el periódico global… en EL PAÍS Publicado para Colombia