“He trabajado muy a gusto con Antonio [Puente]. Han sido ocho años y estoy muy agradecida porque juntos le hemos dado la vuelta a las cuentas. Hemos transformado muy profundamente la empresa por dentro. Hoy Adolfo Domínguez (AD) es una empresa más ligera, moderna, más resiliente”. Así arranca la conversación con Adriana Domínguez, presidenta de la marca de moda que el pasado 8 de mayo cesaba al consejero delegado en un movimiento que, dice, no lleva ninguna carga de profundidad detrás. La firma ourensana fundada por el modisto del mismo nombre registró en 2024-2025 su mayor facturación de la última década (136 millones) y encadena tres años de beneficios tras hacer un importante saneamiento, pero las ganancias, por el momento, son mínimas (0,9 millones en el último año) y no hay fecha prevista para la vuelta del dividendo.
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