
La relación entre el hombre más rico del mundo, Elon Musk, y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha estallado en una pirotécnica rabieta que sirve de recordatorio de lo disfuncional del movimiento trumpista. La crisis empezó el martes, cuando Musk —que solo cuatro días antes había escenificado en el Despacho Oval su salida del círculo del poder del presidente— criticó a través de su red social X la ley ómnibus impulsada por Trump como una “abominación repugnante” repleta de “gastos superfluos”.
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