Los restos de la piloto Ashley Vargas, desaparecida el pasado 20 de mayo tras un vuelo de instrucción en Ica, en Perú, fueron hallados este jueves luego de dos semanas de intensa búsqueda con alta tecnología marítima y en medio de una polémica por la supuesta negligencia de la Fuerza Aérea (FAP) y por el estado de sus aeronaves que la familia achaca a las autoridades. El cuerpo de Vargas afloró todavía sujeto al asiento eyectable de su avión KT-1P sobre el mar de la playa Mendieta, en la Reserva Nacional de Paracas. El hallazgo se logró gracias a un robot manejado desde el buque oceanográfico BAP Carrasco de la Marina de Guerra luego de haber encontrado gran parte del fuselaje del avión.
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