
La campaña de Héctor Ulises Orduña duró menos de una semana. El 30 de marzo, cuando el Instituto Nacional Electoral (INE) dio el pistoletazo de salida para las elecciones judiciales del 1 de junio, el aspirante a juez de distrito en Veracruz se presentó así en un vídeo promocional: “No soy igual. Soy un juez diferente, un hombre decente, cercano a la gente. Para que la justicia llegue a todos, vota”. Cuatro días después, se grabó subido en una moto en marcha en la que denunciaba que le habían bloqueado su cuenta de TikTok. “Esa mano negra para la campaña de jueces está canija. Por cierto, ya me dieron mi número, soy el 24, ya voy a mandar a hacer mis volantes”, dijo entonces. No le dio tiempo. El 5 de abril, la Fiscalía estatal lo detuvo acusado de un delito de abuso sexual de menores y personas incapaces. Al día siguiente entró en prisión preventiva, y la dependencia detalló que también se le relacionaba con casos de pornografía infantil en Estados Unidos. Orduña llevaba dos meses en la cárcel cuando ganó, por apenas 44.000 votos, su plaza de juez federal en materia mixta.
Nuestra fuente:EL PAÍS Edición Argentina: el periódico global en EL PAÍS Publicado para Argentina