El ministro de Exteriores iraní, Abass Aragchi, ha dejado claro que su país no volverá a la mesa de negociaciones antes de dar una respuesta al ataque de Estados Unidos contra instalaciones nucleares iraníes durante la pasada noche. Tras el bombardeo de los complejos de Fordow, Isfahán y Natanz, el presidente de EE UU, Donald Trump, había dicho que no se trataba del inicio de una campaña militar sino del “final” e instó a Teherán a firmar la paz, pero amenazó con nuevos ataques en caso de que la República Islámica no se avenga a negociar. Por su parte, el presidente iraní, Masud Pezeshkian, ha acusado a Washington de ser el responsable de la escalada bélica y ha señalado que el reciente bombardeo demuestra que la Casa Blanca está también tras los ataques israelíes que, desde hace nueve días, sacuden el territorio iraní y han provocado más de 400 muertos. Entre las respuestas que baraja Irán está el cierre del estrecho de Ormuz —crucial para el comercio mundial de hidrocarburos— y, este domingo, el Parlamento iraní pidió al Consejo Supremo de Seguridad Nacional que tome esta medida.
Nuestra fuente:EL PAÍS Edición Chile: El periódico global en EL PAÍS Publicado para Chile