
Cuando Isabel Farias Meyer fue diagnosticada con insuficiencia ovárica primaria (IOP) –conocida como menopausia precoz– tenía 17 años. Lo supo después de varios estudios médicos y de haber experimentado irregularidades en sus ciclos menstruales, drásticas subidas y bajadas de peso, e inestabilidad emocional. Ninguna mujer dentro de su entorno había tenido esta condición, así que lo que siguió fue un camino de desconciertos: “No tenía información suficiente, no tenía respuestas, estaba frente a lo desconocido y eso fue lo más angustiante. Al menos, una vez a la semana buscaba novedades en Internet, casi se me hizo un hábito, y poco era lo encontrado”.
Nuestra fuente:EL PAÍS Edición Chile: El periódico global en EL PAÍS Publicado para Chile