
El concepto de la Catalunya-ciutat fue imaginado en 1907 por el escritor de origen mallorquín Gabriel Alomar, e hizo fortuna. En 1926, la Revista de Catalunya recupera y amplía el debate. Se trataba de crear proyectos, ideas y vínculos más allá de Barcelona, irradiando las formas de vida urbana en todo el territorio. En los años ochenta, Eugenio Trías escribe un libro con el mismo título. Y son múltiples los artículos, investigaciones y ensayos que reflexionan sobre esta idea del Noucentisme. Más de cien años más tarde, el concepto de equilibrio y progreso no ha ido alineado con la realidad. La separación física entre el mal llamado territori y la capital del país es colosal. Los motivos son amplios y discutibles. Sin embargo, hay un elemento central que empaña cualquier acercamiento entre el país y Barcelona: el déficit estructural en el transporte público, especialmente el tren.
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