
Siete años después de asentarse en La Moncloa, Pedro Sánchez compareció este jueves muy afectado para pedir perdón —hasta ocho veces— por haber confiado en su secretario de organización, Santos Cerdán, como antes lo hizo en José Luis Ábalos. Hay poco margen para la interpretación en las últimas informaciones que la Guardia Civil ha entregado al Tribunal Supremo dentro de la causa sobre la presunta corrupción en el Ministerio de Transportes en la época de Ábalos. Se trata de conversaciones grabadas por el exasesor Koldo García con dos secretarios de organización del PSOE, el propio Ábalos y su sucesor en ese cargo, Cerdán, en las que hablan de repartos de dinero y favores presuntamente corruptos. Un escándalo de enormes proporciones que ha derivado en una de las más agudas crisis de la legislatura.
Nuestra fuente:EL PAÍS Edición Argentina: el periódico global en EL PAÍS Publicado para Argentina