
Mario es un herrador que depende de sus dos furgonetas y de sus herramientas para hacer su trabajo. Muy de tanto en tanto, se le estropean los dos vehículos a la vez y entonces dispone de un par de días libres mientras son reparados en un taller. Cuenta que, durante esas jornadas de parón involuntario, después de cancelar todos sus compromisos, se sube por las paredes y apenas logra relajarse. A veces le sucede después de 10 o 12 días trabajando sin pausa y es todavía peor: tiene la sensación de que se le ha olvidado descansar.
Nuestra fuente:EL PAÍS América Colombia: el periódico global… en EL PAÍS Publicado para Colombia