“Hoy es un día duro, siento un profundo dolor en el pecho por hablarte y contarte todo lo que estoy haciendo y lo qué está pasando en mi vida. Por abrazarte y preguntarte sobre la vida y tus historias, tus luchas y tus éxitos“. Así comienza Rumer Willis (Kentucky, 36 años), la hija mayor de los intérpretes Demi Moore (Nuevo México, 62 años) y Bruce Willis (Idar-Oberstein, Alemania, 70 años), una carta en la que reflexiona sobre la relación con su padre y se sincera sobre el diagnóstico del actor de afasia y de demencia frontotemporal, una enfermedad sin cura. El mensaje de la primogénita de Willis, publicado en su Instagram —con 1,2 millones de seguidores— el domingo 15 de junio con motivo del Día del Padre en Estados Unidos, es una declaración de amor al intérprete y también un momento de sinceridad sobre las luchas que enfrenta al no poder conectarse con él como lo hacía antes de su diagnóstico. “Ojalá te hubiera hecho más preguntas mientras aún podías contármelo todo“, se lee en el pie de foto de un carrusel de fotos de Rumer y Bruce Willis, que abre con una foto reciente en blanco y negro de ambos abrazados y que incluye dos de Willis sosteniendo sobre sus hombros a su hija mayor y otras instantáneas del artista cuidando de ella cuando era un bebé.
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