
Los acontecimientos de corrupción que han afectado de lleno a cargos socialistas, nombrados por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el conocimiento del sumario que se instruye contra el ex ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, elegido por los expresidentes José María Aznar y Mariano Rajoy, con muchas ramificaciones en el corazón de ese ministerio, presenta a los dos grandes partidos como incapaces o consentidores de la corrupción. En la tentación mutua de regodearse en las negligencias del otro, al margen de las investigaciones judiciales en marcha, caen de bruces. Ni los partidos, ni los sindicatos; tampoco las organizaciones ciudadanas y sociales, ni los medios de comunicación, pueden dejar de poner el foco en las prácticas corruptas por mucho desánimo que produzcan. Y la producen en el electorado fundamentalmente de izquierdas, reconocen interlocutores de todo el espectro de la izquierda política y social. La bolsa de fidelidad de votantes del PSOE y de Izquierda Unida se queda muy lejos de cualquier opción de Gobierno, añaden.
Nuestra fuente:EL PAÍS América Colombia: el periódico global… en EL PAÍS Publicado para Colombia