
Hace un año C. Tangana llegaba a México con un horizonte claro. El motivo de su visita al Festival Internacional de Cine en Guadalajara se debía al estreno del documental Esta ambición desmedida, una producción que lo despojaba de la condición de ídolo obtenida con su disco El Madrileño y mostraba su lado más íntimo y vulnerable. En esa ocasión, admitió no ser un gran entendido a nivel cinematográfico, pero lo que más le interesaba era aprender. Fue ahí, en la sala Guillermo del Toro en la Cineteca jalisciense, que afirmó: “Mi futuro más inmediato es convertirme en un director de cine”. Una edición después, el cantante cierra un círculo en la capital tapatía. Deja atrás al personaje y firma con su nombre real, Antón Álvarez, su primer largometraje como director: La guitarra flamenca de Yerai Cortés, un documental sobre este joven prodigio de la guitarra flamenca.
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